Y cerró la puerta. Se sentó en la tierra a pensar donde podía ir, escogió caminar, sin preguntarse nada, solo quiso caminar. Tomó rumbo por las calles con menos gente, avanzó segura, pero a la vez con ganas de devolverse. En su mente una discusión se formaba. La indecisión que la caracterizaba, lo rutinaria en que se había convertido, la falta de aventura, de placer, de delirios. Ella escuchaba atenta los comentarios que su cabeza emitía. Pero se mantenía al margen. No se atrevió a decir nada. Así avanzo. Inconsciente y entregada. Paso tras paso, caminaba. No sabia si flotaba ni menos para donde iba, aunque tampoco le importaba. A la conversa interna se sumo un sueño. Uno más de aquellos, de esos que no tiene pies ni cabeza. De esos mágicos, innaturales, irreales, un sueño… Admitía la muchacha que le agradaba mas soñar que hablar. No le gustaban las críticas, ni las alabanzas. Ya no quería compartir, pero tampoco estar sola. Su inconsciente le regalaba una vida alternativa donde no necesitaba dinero, con amigos que escuchaban y gente que aceptaba lo que ella hacia. Ahí no daba explicaciones, ni tenia miedo de aventurarse. No era una mas del montón; sino que era única y especial. Siguió avanzando con una ilusoria sonrisa. Miraba al frente y cuidaba sus pasos, pero solo para no caer. Ausente de la realidad, no descuidaba su historia. Contaba las anécdotas de una relación con la vida envidiables. Hablaba sin decir palabra alguna y reía libremente con las cosas que imaginaba… hasta que lanzo una carcajada. Se detuvo de golpe. Miró a su alrededor y notó que la gente la veia extraña. Algo frió recorrió su espalda, una angustia intensa tomo su cuerpo, prefirió caminar de vuelta hasta su casa y olvidar lo que había vivido en su cabeza.
avanzo por calles repletas de gente, pero sintiéndose mas sola que nunca...
That's me
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