Cuando te vi cruzar esa puerta reaccioné y corrí tras de ti. Otra vez sería muy difícil encontrarte, tal vez deba aprovecharme de las circunstancias y golpearte de una vez por haberme dejado tanto tiempo, luego tomarte fuertemente y besarte pensando que ésta sí sería la última vez.
La noche anterior había llorado porque me sentía sola, quería volar de ese lugar para no reencontrarme con nadie, ahí me puse a pensar en ti y a soñar con el tiempo que disfrutáramos juntos. Recordé el primer encuentro casual, tus llamadas, mis visitas, nuestro escondite, tu abrazo, mi palabra, tu silencio, mis sueños. Tantas cosas viví contigo pero a la vez tan lejos de ti, que no lograba comprender la necesidad de sentirte. Nunca dijiste nada de lo que quería escuchar, ni menos hiciste algo, varias veces pensé que justo ese día sería el nuestro pero alguien llegaba y arruinaba todo.
Te quise tantas veces y otras mas te odié con toda el alma. Me negaba a buscarte esperando que tu lo hicieras primero, esperaba con ansias que en mi trabajo me enviaran hasta tu lado . Pero no. Creo que en más de una oportunidad te olvidé y estuve mas tranquila. Guardé la única fotografía que teníamos juntos bajo mi almohada y evité dormir mencionando tu nombre. Esa noche en que lloré acepté que no volverías a mi vida de la forma que yo deseaba. Encendí un cigarro y con el humo removí los recuerdos que estaban pegados en mi cuerpo. Suspiré las añoranzas con que creció mi memoria y planté bajo la suela de mi zapato la última de mis esperanzas. Me aconsejaron que te olvidara definitivamente, que me hacia daño vivir pendiente de ti. Desprendí mi orgullo que actuaba como muralla y solté mis labios en una sorpresiva sonrisa, mis manos temblaban, pero mi voz fue capaz de sepultar el momento.
Mi silencio insistente catapultó las reglas que no debimos seguir. Hacerte daño no era lo que buscaba, mas bien quería decidir el futuro y acabar con la incertidumbre.
Interrumpió él.-
Cuando escuché tu voz, fui yo quien quiso besarte. Pero me detuviste. Tu mano se alzó a mi pecho y plantaste un silencio. ¿Qué querías que hiciera? ¿que pidiera besarte, que actuara como un idiota, me arrodillara y te rogara por un beso?
Sé que el tiempo no pasa en vano, pero sigo recordando tus recuerdos, añorando tus sueños y deseando lo mismo que tu. Pero admite de una vez que encementaste tus sentimientos con orgullos y rencores idiotas, reconoce que tus lágrimas no eran por mí, sino por sentirte sola. que nuestro capítulo nunca lo cerraste porque tu debías decir la ultima palabra.
Lo mejor de mi vida lo viví junto a ti y como bien dices, a la vez tan lejos. Dije tantas cosas cuando dabas la vuelta y a cada segundo planeaba como actuar frente a ti. Me ponías muy nervioso, me costaba buscarte, cada día me sorprendías más. Yo también decidí olvidarte, oculté mis pensamientos y recobré las ganas de triunfar. Caminé largas horas con la única fotografía que teníamos juntos, quería destrozarla para ver si de esa manera te sacaba de mi alma. No pude. Una vez te lloré deseando abrazarte y luego escuche tu voz gritando mi nombre. Ahí revivieron mis sueños y la esperanza de tenerte en frente diciendo sin respiros que esto no puede acabar. Tanto tiempo dudando el uno del otro , tanto miedo sin sentido, tantos días desaprovechados.
No voltees nuevamente porque el orgullo te lo indica ¡Mírame! mírame y no endurescas mas tu piel por los errores cometidos. Reanudemos la historia pendiente aunque sea para que tu digas la última palabra.
Él descubrió sus fortalezas he hizo de ellas su debilidad. La notó ruborizada tal como en su primer encuentro casual y así supo que la gran fantasía de ambos se haría realidad.-
That's me
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